Funcionan como una auténtica pandilla: cuatro genes implicados en el cáncer de mama trabajan en equipo para favorecer el crecimiento de los tumores y facilitar su penetración y consolidación en los pulmones, que es la metástasis más común y una de las más peligrosas. Y para acabar con ellos hay que luchar también en bloque. EREG, COX2, MMP1 y MMP2 son unos viejos conocidos de los investigadores en oncología, pero ahora el equipo de Joan Massagué en Nueva York ha descubierto cómo se comportan, de lo que son capaces y, posiblemente lo más impactante, cómo inhibir su desarrollo: con una combinación de fármacos disponible en el mercado para otras enfermedades. Los detalles de la investigación se publican en la revista Nature.
A falta de lectura del trabajo, parece un gran descubrimiento sin duda, no sólo por el hallazgo en sí, sino por lo que sugiere de cara a otras complicaciones no menos peligrosas del cáncer de mama. Se me ocurren algunas preguntas al respecto: ¿podría sugerirse algún mecanismo similar en las metástasis óseas o en las hepáticas?, si es así, ¿podría haber algún nexo común en el mecanismo de la metastatización a diferentes órganos? (Ej. implicación del gen MMP2). Por otra parte, de cánceres de mama hay de varios tipos, que son sobre todo función del estado hormonal de los mismos. ¿El tipo de cáncer de mama puede tener alguna influencia en este proceso de metástasis, es decir, necesariamente están implicados esos cuatro genes en cualquier metástasis pulmonar a partir de un cáncer de mama?. Por otra parte, en el cáncer de pulmón primario (no metastatizado), que está bien descrito y se conocen unos cuantos tipos y subtipos, ¿sería de esperar que tuvieran influencias en el desarrollo del tumor las expresiones de estos cuatro genes?. Finalmente, lo último que se me ocurre es casi una reflexión, pues de entre los fármacos que se está sugiriendo podrían ser efectivos en la lucha contra esta metástasis (aparte de la quimio propia de la mama), se está haciendo una mención implícita a fármacos que actúan sobre el enzima COX-2 (Ciclooxigenasa - 2). Estos fármacos entiendo que son los inhibidores COX-2 selectivos (coxibes), los cuales están en el mercado con indicación antiinflamatoria desde hace años pero en los últimos han tenido una serie de "contratiempos" que han llevado a la retirada voluntaria de algunos de ellos (Vioxx es el más conocido). Si esto es cierto, este descubrimiento supone una nueva oportunidad, una nueva "repesca para ellos". Esto me saca el lado escéptico y me hace pensar si detrás de este descubrimiento, no están los fabricantes de coxibes...